La mayor parte del tiempo, una tos no necesita de tratamiento. Una tos de un resfriado o de gripe (influenza) generalmente se va por sí misma. Algunas veces, los medicamentos contra la tos pueden ser útiles si la tos lo mantiene despierto o interfiere con sus actividades diarias.
Algunos tipos de tos no deberían tratarse con medicamentos contra la tos ya que la tos ayuda a mantener sus pulmones limpios para que pueda respirar. Los ejemplos incluyen una tos ocasionada por fumar, enfisema, neumonía, asma o bronquitis crónica.